Semblanza Biográfica
Carmela Martín, economista y pintora nacida en Madrid, ciudad donde reside habitualmente, aunque pase largas temporadas en Málaga
Su dedicación a la pintura se inició en 2003, a raíz de un derrame cerebral que truncó su carrera como Catedrática de Economía. Desde entonces, pudo centrarse en lo que hasta ese momento había sido tan solo una afición, desarrollada durante las vacaciones. Empezó realizando un largo y sistemático proceso de formación en la Escuela de Artes Plásticas
dirigida por Francisco Soto Mesa, en Madrid, donde ha sido discípula del pintor Maurizio Lanzillotta. También se ha formado en los talleres de pintura de la Casa de la Cultura de Majadahonda. Ha seguido cursos en la Facultad de Bellas Artes de la UCM y seminarios impartidos en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Asimismo, ha realizado una labor autodidacta trabajando en su propio taller, a partir de las enseñanzas recibidas y tras un sinfín de visitas a los principales museos, en un afán de aprender de los grandes maestros.
Los resultados de su trabajo se han plasmado, por el momento, en la realización de cuatro exposiciones individuales y la participación en siete colectivas.
Colaborando actualmente con: Malakarte
Presentación
He sido testigo de la trayectoria pictórica de Carmela Martín, desde su comienzo, que, como el de muchos otros artistas, nació en la convalecencia de una grave enfermedad. Después de un intenso proceso de formación que ha comportado el uso de las principales técnicas, la pintora ha elegido el óleo como su forma preferida de expresión, aunque en algunos cuadros más recientes ha utilizado la pintura acrílica para crear unas originales texturas. Actualmente se encuentra explorando la técnica de la encáustica, tratando de emular la utilizada en las antiguas pinturas romanas que tanto la impactaron en su reciente visita al museo arqueológico de Nápoles. El dominio del color es quizá su principal seña de identidad. Su trazo ha evolucionado, desde la firmeza y empastado, característicos de los pintores impresionistas, hacia las pinceladas más sutiles que utiliza en su obra actual. De cualquier modo, la belleza de su paleta de colores se ha mantenido intacta.
En cuanto a la temática, la pintora ha estado durante años plasmando en sus telas las impresiones y colores de las experiencias vividas, con pasión, en los numerosos viajes que ha realizado por todo el mundo. Últimamente, sin embargo, la mirada de Carmela Martín se ha vuelto más intimista y sus obras sugieren un retorno a la naturaleza y a la poesía que hay en los objetos cotidianos.
